GT 4.2 Reorientaciones en los modelos económicos tradicionales

Autor/a
Ana María Morales Hernández (Universidad de La Laguna)
Coautor/es
CARLOS FERNANDEZ HERNANDEZ (UNIVERSIDAD DE LA LAGUNA)

La división sexual del mercado de trabajo en los espacios rurales repercute en la
incorporación de las mujeres a la actividad del turismo rural. Las mujeres participan en menor
medida que los hombres del mercado laboral y, cuando lo hacen, ocupan puestos de trabajo
temporal o a tiempo parcial, orientados al sector servicios. Estas características encajan con la
discontinuidad y flexibilidad de la demanda turística, así como con las labores que exige la
oferta alojativa de turismo rural, por lo cual las mujeres han ocupado un papel destacado en el
desarrollo de la actividad.

A través de un estudio cuantitativo, con información obtenida a partir de cuestionarios
realizados a las personas propietarias de casas rurales de la isla de La Palma, se analiza la
situación laboral de las mujeres y hombres promotores de turismo rural.

El estudio realizado muestra que, si bien existe una mayoría de hombres propietarios,
son las mujeres quienes, en una significativa mayor proporción, se dedican a la actividad del
turismo rural como su principal ocupación. De esta forma, se observa que los hombres
promotores participan en mayor proporción que las mujeres de otras actividades productivas
que les reportan mayores ingresos económicos. En esta línea, se encuentran diferencias
significativas en lo que respecta a los ingresos aportados por el turismo rural, de manera que
las mujeres manifiestan recibir un mayor porcentaje de ingresos a partir de la actividad. No
obstante, pese a que el turismo rural aporta a las mujeres unos ingresos económicos, que
para un grupo de ellas se conforma como la única fuente de ingresos disponibles, no son lo
suficientemente amplios como para garantizar una renta completa que permita su
independencia económica a través de la actividad.

Por otra parte, los ingresos obtenidos por los hombres a través del turismo se
relacionan significativamente con el número de horas de trabajo de otro personal implicado en
la actividad, cuestión que no sucede para el caso de las mujeres promotoras. Estos datos
demuestran diferencias en cuanto a la productividad de mujeres y hombres en relación a otras
personas implicadas en el desempeño de la actividad.

En conclusión, pese a que el turismo rural ha supuesto una oportunidad laboral para
las mujeres de los entornos rurales, la actividad turística no parece modificar la división sexual
del mercado laboral del medio rural, a la par que no permite la suficiente autonomía
económica de las mujeres dedicadas a la actividad.

Palabras clave: mercado laboral rural, género, turismo rural, autonomía económica, La Palma.