Autor/a

Melchor Fernandéz Fernandéz (USC (IDEGA))

Coautor/es

Oleg Lazovski (USC (IDEGA))

Cualquier municipio donde la actividad turística se presenta como un elemento central en sus planes de desarrollo requiere de una continua evaluación de todos los impactos asociados al sector. La percepción de la población anfitriona permite conocer los posibles beneficios y/o desajustes en el ámbito social, económico y cultural del territorio. La presión provocada por los visitantes sobre el espacio urbano y sobre los residentes genera una serie de problemas que dependen del propio volumen de visitantes, del tamaño del núcleo, del peso del turismo como actividad económica, de la propia configuración territorial y por supuesto de la eficacia de las políticas público-privadas pasadas (y actuales). Situar al residente en el centro del análisis del impacto de los flujos turísticos permite avanzar en el conocimiento de los problemas de gestión de los flujos de visitantes y nos obliga a una reflexión sobre cómo conseguir que la utilización de los recursos turísticos se haga de una forma sostenible generando la mayor calidad de vida posible para la población local. El articulo analiza la experiencia del residente en relación a la actividad turística en un destino turístico emergente situado en un área territorial rural en declive social y económico. Los resultados obtenidos muestran la necesidad de un giro en la política de gestión de los flujos turísticos para poder conseguir que la experiencia de la visita a Fisterra mantenga su calidad y realmente favorezca el desarrollo social y económico del núcleo.

Palabras clave: impacto del turismo, percepción de la población residente, políticas turísticas.