Autor/a

Eliseo R. López Sánchez (UCM)

Coautor/es

María Velasco González (Universidad Complutense de Madrid)

Se está produciendo de forma creciente en varias ciudades españolas un conflicto social que anteriormente se había producido en otras ciudades de Europa occidental con centros históricos de importante atractivo turístico, el enfrentamiento entre residentes por un lado y los propietarios de inmuebles para alquiler turístico y los propios inquilinos de estos inmuebles por el otro. Madrid es un ejemplo de este conflicto, en el que están surgiendo nuevos actores y se posicionan actores tradicionales del sector turístico en la ciudad, obligando a tomar decisiones a los actores gubernamentales para tratar de solucionarlo. El papel trata de analizar la apertura de una ventana de oportunidades para que los actores gubernamentales, Ayuntamiento de Madrid, Comunidad de Madrid y Estado central, regulen el conflicto entre uso residencial y turístico en la ciudad.

Como marco teórico para analizar este caso utilizaremos las corrientes múltiples (Kingdon: 1985; Zahariadis: 1999 y 2007; Carney y Jones: 2015; Howlett et. Alt.: 2014 y 2016) que, de forma muy sinóptica, sitúa en la agenda gubernamental un tema cuando coinciden las ventanas de oportunidad de tres diferentes corrientes o procesos políticos: la de los problemas, la de la vida política y la de la política. Intentaremos identificar en cada corriente una secuencia de cómo y cuándo aparece el tema en la ciudad de Madrid y en qué términos lo problematizan los diferentes actores implicados, para ver si se abre o no al mismo tiempo la ventana de oportunidad de cada corriente o proceso, y sí el orden en el que se suceden los hechos y decisiones condiciona su resultado, siguiendo un enfoque de neoinstitucionalismo histórico (Mahoney: 2000; Pierson: 2000 y 2004, Pierson y Skocpol: 2008).  

La coincidencia de la apertura de la ventana de oportunidad de las tres corrientes en el caso de la ciudad de Madrid, debido a que los actores implicados han aprovechado el clima político estatal y autonómico, junto a la atención de los medios de comunicación al conflicto, ha llevado a la toma de decisiones de los tres niveles de gobierno implicados, que se han orientado según criterios ideológicos y a la defensa de los intereses de sus actores aliados. La secuencia de hechos y decisiones en cada corriente ha permitido esta apertura al mismo tiempo, y la propia herencia e intereses de los actores gubernamentales hace que el problema público se produzca en términos urbanísticos, antes que en un conflicto entre residentes y turistas.

Palabras clave: Sin etiquetas