Autor/a

Juan Ignacio Pulido Fernández (Universidad de Jaén)

Coautor/es

Beatriz Rodríguez Díaz (Universidad de Málaga)

Conforme ha ido creciendo la competencia entre destinos durante las dos últimas décadas, la necesidad de generar conocimiento acerca de las capacidades de competir de un destino, y las fortalezas y debilidades de sus competidores, es cada vez mayor. De hecho, es abundante la literatura científica sobre competitividad turística, especialmente enfocada al análisis de destinos y los factores que condicionan la misma.

El World Economic Forum (WEF) inició en 2007 la elaboración de un informe anual sobre la competitividad turística de 140 países de todo el mundo, titulado The Travel & Tourism Competitiveness Report (ITCR), que tiene como objetivo proporcionar una herramienta estratégica completa para medir los factores y las políticas que hacen atractivo el desarrollo turístico en los diferentes países, facilitando que todas las partes interesadas trabajen conjuntamente en la mejora de la competividad de la industria turística en sus economías nacionales, contribuyendo de esta forma al crecimiento y a la prosperidad nacional.

Entre otras cuestiones, en este informe se realiza una medida de la competitividad turístia a nivel de país, facilitando como resultado un índice global de competitividad turística y tres subíndices de competitividad: uno del marco regulatorio de la política turística, otro del clima de negocios e infraestructuras, y un tercer subíndice sobre recursos humanos, naturales y culturales. Para la obtención de estos índices, se estructura la información en un total del 14 pilares de competitividad turística, que se descomponen, a su vez, en 79 variables o indicadores de competitividad.

Una de las principales críticas realizadas a esta interesante herramienta está relacionada con la no ponderación de los indicadores que conforman cada pilar, que, a su vez, tampoco se ponderan para el cálculo de los subíndices, y tampoco éstos para el cálculo del índice global. Aunque, actualmente, sí que existe una ponderación implícita, en la medida en que no todos los pilares están compuestos por el mismo número de indicadores.

En este trabajo se analiza la competitividad turística mediante un nuevo planteamiento para el cálculo del índice global de competitividad de WEF, basado en una nueva normalización y agregación de los indicadores. Para ello, se utiliza una metodología basada en un doble punto de referencia, con una función de logro lineal a trozos, para cada componente, se normaliza el valor de cada país mediante dos valores de referencia (aspiración y reserva). Esta metodología conduce a la obtención de un índice débil, que permite sustitución total entre los indicadores; un índice fuerte, que mide el estado de la peor componente, no permitiendo sustitución entre ellas; y un índice mixto, que es una combinación lineal de los dos primeros.

Los resultados, obtenidos a partir de la información facilitada en el último informe del WEF, permiten elaborar un ranking de países diferente, comparándolo con el ofrecido por el WEF, y obteniendo una serie de conclusiones.

Palabras clave: Competitividad, destinos turísticos, métodos multicriterio, indicadores sintéticos, World Economic Forum.